¿Qué significa tener una visión compartida entre familias y escuela?
Nuestras hijas e hijos son un gran tesoro, de nuestro cuidado y apoyo depende su comportamiento cuando sean adultos. La visión es esa mirada al futuro: ¿Cómo te imaginas a tu hija cuando tenga 20 años? Podemos tener muchas ilusiones e ideas y es importante que esa visión la compartamos con las niñas y niños y con la escuela. La pregunta que se puede hacer es: ¿cuál es el resultado futuro de estas niñas, niños y adolescentes al terminar el proceso escolar?
Esta visión responde a aquello que las y los docentes y las familias se plantean como objetivo al cierre de una etapa estudiantil. Puede ser al finalizar el año escolar, al culminar una etapa o cuando los estudiantes se gradúan. Inclusive, podemos ser más ambiciosos y pensarnos qué será de nuestros hijos a lo largo de su vida. Soñar un futuro para ellos.
Tener una visión compartida entre escuela y familia es el punto de partida para una alianza afectiva y efectiva, lo que quiere decir que queremos amorosamente que nuestras hijas e hijos sean extraordinarias personas. Esta visión debe ser definida en conjunto entre nosotros como madres, padres o cuidadores y los miembros de la comunidad educativa a partir del interés común por el desarrollo, aprendizaje y bienestar de los estudiantes. Además, debe revisarse y renovarse cada determinado tiempo (por ejemplo, anualmente) e involucrar aspectos diferentes de acuerdo con la etapa de desarrollo de los estudiantes. La visión se revisa teniendo en cuenta las necesidades de la sociedad, el proyecto que se tiene de comunidad, los retos que se presentan en la vida y los intereses propios de las niñas, niños y adolescentes, que van cambiando a medida que van creciendo.
Tener una visión compartida y concretar en equipo con metas claras, medibles y alcanzables genera vínculos y el reconocimiento mutuo como parte de una comunidad educativa que se enriquece con el aporte de cada uno de sus miembros en beneficio del desarrollo de los estudiantes.
Puedes proponer a la escuela que propicie una conversación sobre este tema: el inicio del año escolar es un buen momento para tenerla.
Te presentamos algunas ideas que pueden servir para propiciar el desarrollo de una visión compartida en el escuela:
1. Preguntarnos, por ejemplo, ¿qué quiere lograr nuestra hija o hijo como estudiante en este año escolar?, ¿qué queremos que logren/mejoren/fortalezcan nuestras hijas e hijos este año/semestre/ciclo? (una alimentación más saludable, un mejor desempeño académico, mejores relaciones entre compañeros, etc.).
2. Plantear reflexiones sobre el sentido que tienen esas metas para todos. Por ejemplo, ¿por qué ese aspecto o esos aspectos son importantes para nuestras hijas e hijos?, ¿por qué son importantes para nosotros?
3. Asistir a los espacios de participación que ofrece la escuela.
4. Involucrar a las y los estudiantes es clave. Desde el principio deben ser parte activa de esta visión compartida entre familias y escuela, por lo que es necesario abrir espacios de discusión con ellos y construir conjuntamente una visión con sentido para los estudiantes.
5. Solicitar a la escuela que comparta y visibilice esa visión que construimos en conjunto y mantenerla vigente en los espacios de reunión de la escuela.
6. Preguntar a la escuela por los logros frente a la visión que se tenía al final de año/ semestre/ciclo.