¿Por qué es importante trabajar en llave entre Familia y ambientes de aprendizaje?
Según la constitución política de Colombia, el Estado, la sociedad y la familia tienen las siguientes responsabilidades en la educación de niñas, niños y adolescentes:
1. El Estado reconoce la primacía de los derechos humanos como inalienables para cada persona, y ampara a la familia como institución básica de la sociedad.
2. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger a niñas, niños y adolescentes para garantizar su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus derechos.
3. El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación de niñas y niños.
4. La familia se considera un sujeto colectivo de derechos y un agente político que constituye una red de relaciones y vínculos fundamentales para el desarrollo humano.
Estas responsabilidades resaltan la importancia de la colaboración y corresponsabilidad entre el Estado, la sociedad, la familia y los ambientes de aprendizaje para garantizar una educación integral y de calidad para niñas, niños y adolescentes.
Cuando elegimos un ambiente de aprendizaje para nuestras hijas e hijos estamos creando una sociedad con el ambiente de aprendizaje, nos estamos comprometiendo a trabajar con esos socios por al menos 11 años. No es la eternidad, pero 11 años bien merecen buenos aliados y compañeros de labor, más aún si tenemos más de una niña o niño a cargo.
Esta idea de trabajar como aliados con el ambiente de aprendizaje para la educación de nuestras hijas e hijos nos invita a pensar en que tenemos un objetivo en común con el ambiente de aprendizaje que es educarlos bien, no solo académicamente, sino para que sean buenas personas. En muchos lugares del mundo se han hecho estudios profundos que han demostrado que esa alianza reporta grandes beneficios y acerca a nuestras hijas e hijos a la posibilidad de tener buenos resultados académicos.
Los beneficios no son solo para las niñas, niños y adolescentes. Las y los docentes y nosotros como madres y padres de familia también nos vemos favorecidos. Por ejemplo, se ha visto el impacto en el desempeño académico de los estudiantes, la prevención de comportamientos de riesgo como el consumo de alcohol en adolescentes o el menor ausentismo escolar. Así mismo, cuando nosotros trabajamos como aliados con el ambiente de aprendizaje reconocemos que somos capaces de aportar: a eso se llama autoeficacia. Es muy satisfactorio sentirse perteneciente y contribuyendo a un futuro mejor para nuestras hijas e hijos. Participar de los espacios que ofrece el ambiente de aprendizaje nos brinda la oportunidad de acercarnos a este, expresarnos y mejorar la comunicación con la comunidad educativa.