¿Cómo se construyen relaciones de confianza y cuidado?
Las relaciones se construyen todos los días, pero es importante ser intencional en construirlas. Para hacerlo es necesario llevar acciones a la práctica. Una relación de confianza y cuidado es aquella en la que nos preocupamos por el bienestar del otro y creemos y sentimos que el otro se preocupa por nuestro bienestar. Esto implica que valoremos al otro como persona, así tengamos creencias, características y saberes diferentes. Esto se hace al escuchar y tener en cuenta las perspectivas de los demás y reconocer que podemos dialogar e identificar intereses comunes, así tengamos algunos desacuerdos.
Las relaciones de confianza y cuidado entre la escuela y nosotros, las madres, padres y cuidadores no necesariamente surgen de manera espontánea. Entonces es importante sugerirles a las instituciones educativas que dediquen, desde el inicio del año, recursos (por ejemplo: tiempo, dinero y personal) para planear actividades y estrategias, más allá de las escuelas de padres o de familia, que estén dirigidas explícitamente a construir y mantener relaciones positivas con nosotros y que cuenten con nuestro apoyo para crear los espacios y asistir a las actividades propuestas.
Las relaciones de confianza y cuidado se hacen evidentes en acciones sencillas como llamarnos por el nombre, enviar una nota en la que se ofrezca ayuda cuando se sabe que la otra persona pasa por alguna dificultad, o hacer una llamada para resaltar y agradecer el apoyo por algún logro que haya obtenido el estudiante. Son actos sencillos pero importantes que se van interiorizando con la práctica constante.
Acciones donde todos aportan para fortalecer las relaciones Crear un botón por cada perfil.
Las relaciones de confianza y cuidado se pueden construir y fortalecer a través de estrategias, acciones o prácticas como las que se describen a continuación, desde lo que podemos aportar como familias, nuestras hijas e hijos como estudiantes, y también lo que pueden hacer los docentes y las directivas.
● Participar en las actividades de la escuela partiendo de la idea de que familia y escuelas son un equipo y tenemos el interés común de lograr el bienestar y desarrollo positivo de los estudiantes.
● Cuidar la comunicación, incluso cuando se presenten situaciones que nos enojan o frustran. Por ejemplo, expresando nuestras preocupaciones de manera clara, pero sin hacer daño a otros miembros de la comunidad educativa con nuestras palabras o acciones.
● Expresar muy claramente nuestras necesidades a la escuela y las formas en las que esta nos puede contactar y acompañar.
● Reconocerse como punto articulador de la alianza y vincular a los docentes con los miembros de su familia.
● Participar en los espacios que existan para conectar a la familia con la escuela, desde reuniones hasta eventos deportivos, bazares, presentaciones musicales y teatrales, entre otros.
● Contar a su familia sobre su experiencia escolar, lo que aprende, quiénes son sus profesores, qué le gusta y qué no le gusta de la escuela.
● Planear de manera explícita actividades destinadas específicamente a construir lazos de confianza. Estas actividades deben ser divertidas y atractivas para las familias (por ejemplo, actividades culturales o deportivas del interés de madres, padres y cuidadores de acuerdo con el contexto).
● Promover esfuerzos para conocer y valorar lo que pueden aportar las familias desde su conocimiento y experiencia.
● Demostrar que el conocimiento y experiencia de las familias es valioso. Por ejemplo, abrir espacios en los que las familias lideren talleres para el resto de la comunidad educativa.
● Mostrar de manera auténtica a madres, padres y cuidadores que son bienvenidos en la escuela. Por ejemplo, tener un espacio de atención a las familias que siempre esté abierto e invitarlas a que se acerquen, no solo cuando tengan quejas y reclamos.
● Mantener una interacción cálida con madres, padres y cuidadores. Por ejemplo, llamándolos por su nombre y teniendo conversaciones respetuosas, incluso en momentos de tensión.
● Involucrar a todos los que trabajan en esta alianza en un esfuerzo de generar conexiones sociales valiosas, con la conciencia de que la forma en la que nos relacionamos los adultos repercute como ejemplo en las relaciones de las niñas, niños y adolescentes.
● Darse a conocer: enviar una carta a las madres, padres y cuidadores al inicio del año en donde se presenten y expongan qué canales de comunicación pueden usar.
● Utilizar en todas las comunicaciones un lenguaje amigable, cercano y comprensible con madres, padres y cuidadores.
● Comunicar no solamente los aspectos negativos (para llamar la atención de algo que pasó con el niño), sino también los positivos (por ejemplo, los logros del niño). Incluso en situaciones problemáticas es importante resaltar primero las cualidades, habilidades o logros del estudiante.
● Tener una comunicación planeada, no reactiva y un contacto semanal con los papás.
● Cuando haya situaciones difíciles de manejar o retadoras con los estudiantes en las que la escuela decida involucrar a madres, padres y cuidadores, mantener una actitud de colaboración más que de reproche o ataque. Por ejemplo, iniciar las conversaciones con ellos expresando cuánto se valora que la familia haga parte de la comunidad educativa e invitándolos a que trabajen juntos para buscar soluciones a los asuntos que en ese momento preocupan.
● Realizar juegos de roles donde se invite a las madres, padres y cuidadores a que asuman el papel de sus hijas e hijos y asistan a sus clases por un día.
● Propiciar actividades en casa que generen compromiso familiar e información útil para apoyar el desarrollo de los estudiantes.
● Asegurarse de que los momentos de encuentro con estudiantes y padres de familia sean espacios agradables que generen confianza e interés de continuar vinculados.
● Conocer a los estudiantes y darse a conocer.
● Saludar a las familias cuando estén en la escuela, presentarse y contarles cómo pueden contar con usted desde su puesto de trabajo.
● Ser muy conscientes de que desde la oficina, la portería, la enfermería o el transporte se están tejiendo lazos con los estudiantes y sus familias y que está en sus manos fortalecerlos.